de la Patagonia
se desprende del escuálido
caminar rutinario del mundo...
presenta un delicado
aroma a maderas y emociones puras,
recubre su existencia
de lagos y ríos apacibles,
alejándose del grotesco mirar
de una humanidad insegura.
El acogedor caminar de su ausencia
baña de campo a litoral
costumbres y creencias
con historia...
donde la dócil sonrisa de un niño
es un rayo de sol entre canelos.
Este aislado paraíso natural
presenta un tranquilo cantar de zorzales,
al ocaso de un día constructivo
donde el paso firme de un arriero
proyecta una mirada optimista,
única y terrenal
de la gente del sur.
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